
En La región de Antofagasta se realizaron sendas manifestaciones con grandes destrozos y saqueos.
Calama, 18 octubre 2020.-
Hoy Chile recuerda un año del Estallido Social que dejó al país sumido en grandes destrozos, saqueos y daños a la propiedad pública y privada, que inclusive obligó a establecimientos educacionales suspender clases presenciales.
Todo comenzó en la capital nacional; donde se vivió el estallido social en todas sus dimensiones que mostró al mundo cómo el chileno medio ya no soportaba más las desigualdades sociales, económicas y políticas existentes en el país.
Saqueos a supermercados, tiendas, oficinas del Estado, y lo más fuerte y relevante que dio la vuelta al mundo la quema de los terminales del Metro con millonarios costos para el país.
Región Antofagasta.
Una postal que nuca olvidará el antofagastino fue los destrozos e incendio en pleno centro de Antofagasta, donde edificios patrimoniales fueron saquedos e incendiados, dejando una estela de daños y millonarias perdidas a propietarios de edificios históricos de calle Matta y otros sectores del centro.
En tanto, en Calama también hubo manifestaciones con daños a la propiedad pública y privada, siendo la AFP Provida saqueda e incendiada, daños importantes en la antigua estación del Ferrocarril de la ciudad y daños en bancos y comercio en general.
Si bien es cierto, este gran movimiento social tuvo su centro en la capital, las regiones de Chile se sumaron y obligaron al Estado a meditar sobre las actuales condiciones que el país vive, el abuso social y de mercado que existe aún en Chile.
Este gran movimiento social obligó a las autoridades y al Congreso a meditar sobre todas las desigualdades existentes en el país y que se deben remediar mediante una nueva constitución.
A Chile le llegó duro, tras este estallido social llegó la pandemia mundial Coronavirus, que ha dejado millonarias perdidas en todos los chilenos que permitió entonces la entrega del 10% de los Fondos Previsionales, que se transformó en un importante paliativo a la economía de las familias chilenas. Un año de un movimientos que insiste en seguir manifestando su malestar en el país.