
La eterna disputa por el proyecto de Minera Dominga, que incluyó a políticos como Bachelet y Piñera, esconde una sociedad fracturada. Viajamos a la zona y esto es lo que vimos.
Domingo, 25 de mayo 2025.- 10:31 am
Por Cristián Bofill.-
En 15 años Punta de Choros no ha cambiado casi nada. Sigue siendo un pueblo de calles de arena, un par de restaurantes, cabañas rústicas y un hostal. La avenida principal termina en una caleta. Hay varios botes pesqueros. Pareciera que el tiempo se hubiera detenido.
La única diferencia es que Isla Damas, famosa por su playa de arena blanca que parece sacada del Caribe, está cerrada al público. No se puede acampar, como era común en los 90, porque ahora es un área protegida.
La promesa de progreso no se ve por ninguna parte, lo que permite poner en duda si la estrategia de los vecinos de oponerse a Minera Dominga tuvo sentido. Ni siquiera la apuesta ecológica se ha cumplido. Si hace dos décadas se veían fácilmente grupos de 20 o 30 delfines, hoy “apenas se ven tres o cuatro”, reconoce un pescador.
En uno de los pocos boliches, un hombre de 53 años, que prefiere no dar su nombre, cuenta una historia: él era del Frente Patriótico Manuel Rodríguez cuando llegaron a Carrizal millas de armas, descubiertas por la dictadura. Repite viejos eslóganes del Frente, pero empuña la mano derecha. «Fracasamos. Hay que reconocerlo. Y este pueblo ha ido empeorando porque no hay progreso. Dominga puede tener algunos aspectos controversiales, pero nos habría hecho crecer».
División. Si en Punta de Choros hay mayoría opositora a Dominga, a una hora de allí, en La Higuera, el asunto es al revés. Con una tradición minera, en esa localidad llevan una década luchando por conseguir que el proyecto funcione. Pero los grupos ambientalistas protestan más fuertes y se hacen escuchar.
El proyecto minero-portuario Dominga, impulsado por la empresa Andes Iron, se ubica en la comuna de La Higuera, región de Coquimbo, aproximadamente a 16 kilómetros al norponiente del poblado.
La iniciativa contempla la extracción de hierro y cobre, la construcción de una planta desalinizadora y un puerto de embarque en Totoralillo Norte. Con una inversión estimada de US$2.500 millones, se proyecta una producción anual de 12 millones de toneladas de concentrado de hierro y 150 mil toneladas de concentrado de cobre.
El proyecto ha generado fracturas en la comunidad local. Mientras en el pueblo de La Higuera se desviven por su inversión, en las caletas es diferente.
Luego que el proyecto volviera a tener la categoría de “aprobado” por parte del Servicio de Evaluación Ambiental, Pedro Ducci, gerente general de Andes Iron, comenzó a tramitar los más de 700 permisos que necesita el proyecto minero-portuario Dominga para su construcción.
Adversarios. Según sus defensores, la iniciativa ofrece oportunidades económicas para localidades costeras cercanas como Punta de Choros y Los Choros, donde no obstante predomina el rechazo debido a preocupaciones ambientales.
Hay una pequeña guerra civil de baja intensidad entre la costa y el interior. Las principales críticas se centran en la proximidad del proyecto a la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt, un área de alta biodiversidad que alberga especies como el pingüino de Humboldt, lobos marinos y delfines.