Iglesia católica Calama acusa desigualdad tras no poder realizar sus cultos

Calama, 14 marzo 2021.-
Foto: Iglesia Caspana.-
La Iglesia Católica de Calama sacó la voz ante la actual situación que viven tras las restricciones por estar hoy en fase 2, y no poder realizar sus misas o cultos, ya que estas restricciones así lo dicen.
La iglesia representada por su Obispo Oscar Blanco, fue claro en señalar que se sienten discriminados ante tal situación, más aún, cuando se acerca la semana santa. Sin embargo destaca el comunicado que las industrias, mall etc., siguen funcionando con la aglomeración de gente, es cosa de ver solamente cómo se aglomera gente en las notarías, pero en las iglesias no se pueden realizar los cultos.
COMUNICADO IGLESIA
La autoridad sanitaria ha publicado la resolución exenta Nº 233 que aplica nuevas medidas para las zonas en fase 2 del Plan Paso y que entraron en vigor a contar de las 5 de la mañana de este sábado 13 de marzo y hasta el 31 del mismo mes.
Al respecto indica que para las zonas que se encuentren en “transición” se prohíbe la celebración de eventos con público, lo que significa que también quedan prohibidos los actos de culto, es decir, no podrán realizarse las celebraciones litúrgicas con presencia de fieles de lunes a domingo
Desde la Iglesia de El Loa adherimos a lo manifestado por el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile en que se expresa: “La libertad de culto y de práctica de la fe religiosa es un factor social esencial de una democracia moderna y para la consecución del bien común. Para la gran mayoría de las personas, el auxilio espiritual, según las formas de cada creencia o confesión religiosa, es un espacio que contribuye esencialmente a sobrellevar las dificultades y momentos de agobio, como los que vivimos”.
Con preocupación observamos que otras actividades como la producción minera continúan desarrollándose sin inconvenientes, moviendo diariamente a cientos de personas desde y hacia nuestra zona. Misma situación se constata con el funcionamiento de instituciones financieras, notarias y otros servicios que concentran grandes aglomeraciones de personas a las que ahora se suma las campañas políticas.
Lo descrito, sin duda nos pone ante una condición de trato desigual, pues como Iglesia Católica hemos mantenido un compromiso ineludible con la salud de la población, limitando nuestras celebraciones religiosas con el mínimo de aforo permitido y constatándose que en éstas no se ha generado ningún contagio.
En la cercanía de Semana Santa pedimos a las autoridades locales que dialoguemos las medidas sanitarias que se aplican y que provienen de un centralismo que una vez más no toma en cuenta la realidad de las regiones, sus tradiciones y costumbres.
Esperamos que estas medidas sean reevaluadas y se considere la importancia de la salud mental y espiritual que necesita la ciudadanía en tiempos de encierro. Siempre en el marco del cuidado mutuo que como Iglesia hemos promovido y practicado.