La renuncia de Marcel por motivos personales y los altos y bajos de su gestión

A las 11 de la mañana el ministro llegó a La Moneda para sostener una última reunión con el Presidente Boric. En la instancia cerraron los términos de su salida, la que se venía conversando desde hace semanas. Aquí el dispar balance de su gestión. Para unos fue el pilar económico de este gobierno; para otros no cumplió con las expectativas que se reflejan en el bajo crecimiento y alto desempleo con que culminó su período.
Santiago, 21 agosto 2025.-
Fuente: Ex-Ante
Inesperada renuncia.
Este jueves renunció al Ministerio de Hacienda Mario Marcel aludiendo a motivos personales. A 7 meses de terminar su período dejó las oficinas de Teatinos 120.
Su salida se genera un día después de la solicitud de renuncia del ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, -debido a la decisión del FRVS de levantar una lista parlamentaria propia- y en medio de versiones de un eventual cambio de gabinete mayor.
A las 11 de la mañana, Marcel ingresó a La Moneda para sostener una reunión con el Presidente Gabriel Boric.
El garante de Boric.
El 21 de enero de 2022, semanas antes de asumir la Presidencia, Boric informó el nombramiento de Mario Marcel como futuro ministro de Hacienda de su gobierno.
La designación del economista independiente -aunque históricamente vinculado al PS- dio una señal de tranquilidad al mercado y garantías para los sectores empresariales.
Hasta esa fecha, Marcel se desempeñaba como presidente del Banco Central, cargo que ejercía desde 2016. Con el grado de Doctor en Economía de la Universidad de Cambridge, había trabajado en altos cargos en organismos internacionales como el BID, la OCDE y el Banco Mundial.
Entre 2000 y 2006, durante el gobierno de Ricardo Lagos, fue director de Presupuestos donde le correspondió desempeñar un papel clave en el diseño de la regla del superávit estructural.
El balance de Marcel en Hacienda.
A tres años y medio de haber asumido como ministro de Hacienda, Mario Marcel deja un legado con altos y bajos: comenzó con disciplina y austeridad, logró estabilizar la economía tras la pandemia y recuperar la confianza de los mercados, pero enfrentó momentos de quiebre -como el fracaso de la reforma tributaria y la defensa cerrada a su directora de Presupuestos- que terminaron erosionando su capital político y técnico.
En 2022, Marcel se instaló como garante de la estabilidad económica. Su nominación fue celebrada por todos los sectores que destacaron su perfil técnico y amplia trayectoria.
En el primer año impuso una política de austeridad fiscal, recortó gasto y advirtió que la Pensión Garantizada Universal (PGU) no estaba financiada estructuralmente.
Marcel no cumplió con la meta fiscal e insistió en seguir subiendo impuestos. “No era lo que esperábamos cuando asumió”, dice un alto dirigente gremial.
El quiebre: fracaso de la reforma tributaria.
El rechazo de la reforma tributaria en marzo de 2023, que buscaba recaudar 3,6% del PIB, significó un golpe mayor para Marcel y el gobierno.
Marcel, que había apostado su capital técnico y político en el proyecto, debió replantear la estrategia: dejó atrás la idea de un gran pacto fiscal y abrió un proceso de diálogo más acotado con partidos y gremios.
La iniciativa fue resistida por economistas, parlamentarios y gremios que auguraban un impacto negativo en el crecimiento y el empleo.
El triunfo: la reforma de pensiones.
En contraste con el fracaso tributario, Marcel logró conducir, junto a la ex ministra del Trabajo Jeannette Jara, la reforma previsional aprobada en enero de 2025, tras meses de negociaciones.
El proyecto fortaleció el sistema mixto: consolidó el rol del pilar contributivo y amplió la PGU, asegurando una base de financiamiento parcial.
Para Marcel, significó recuperar iniciativa política y dejar un legado estructural.
“La mejor directora de la historia”.
Marcel protagonizó varias polémicas al defender a su directora de Presupuestos, Javiera Martínez.
En 2023, durante el Caso Convenios, la calificó como “probablemente la mejor directora de Presupuestos que hemos tenido”, lo que fue leído como un blindaje excesivo.
En 2024, cuando se detectaron graves errores en las proyecciones fiscales, Marcel insistió en respaldarla.
En abril de 2025, tras el bochorno en el Congreso por un informe con cifras incompatibles, Marcel se disculpó en su nombre, lo que generó críticas de parlamentarios y analistas sobre la pérdida de rigurosidad técnica en la Dipres.
La regla fiscal incumplida.
Aunque en un inicio se presentó como defensor férreo de la regla fiscal, hacia 2024-2025 los desvíos se hicieron evidentes:
El déficit estructural proyectado para 2025 se ubicó en torno a –1,6% a –1,7% del PIB, lejos de la meta de convergencia a –0,3% en 2026.
La deuda pública siguió aumentando, aunque a menor ritmo, y el financiamiento de la PGU continuó como un punto ciego.
Balance de cifras macroeconómicas.
Las cifras que puede mostrar en su gestión están:
Crecimiento:
Se proyecta un crecimiento cercano al 2,5% en 2025.
Desempleo:
El mercado laboral ha sido uno de los temas de preocupación para el secretario de Estado. La tasa de desempleo estaba en 7,8% en marzo de 2022, la que fue subiendo hasta 9% en agosto de 2023 y luego se ha mantenido sobre el 8% hasta alcanzar niveles de 8,9% a junio pasado. Alzas en los costos laborales como el aumento del salario mínimo a $529.000, la ley de 40 horas, la ley Karin y el inicio del aumento en las cotizaciones previsionales han llevado a las empresas a restringir la contratación.
Deuda fiscal: La deuda bruta creció hasta niveles del 42% del PIB, acercándose hasta un 45%.