Emotiva carta de hija de paciente del sistema Hospitalización Domiciliaria del Carlos Cisternas

CALAMA, 9 JULIO 2020.

Desde que empezó el programa de atención domiciliaria a pacientes del Hospital Carlos Cisternas, el 13 de abril, los profesionales de a salud contratados especialmente para este proyecto, han mostrado un gran profesionalismo y humanismo en el trato a sus cientos de pacientes que ya atienden en sus casas.
Es el caso de señor José Carvajal San Martín, adulto mayor que ha sufrido serias complicaciones de salud tras una intervención quirúrgica, que prácticamente lo tenía postrado y al borde a a muerte, y hoy recuperado gracias a la dedicación de este equipo de salud del hospital Carlos Cisternas.
Lo importante acá es el gran reconocimiento que hace la familia de esta paciente; y que publicamos hoy para que se conozca el gran esfuerzo y dedicación de los profesionales que lo han atendido en e sistema de domicilio
LA CARTA QUE HOY HACEMOS PÚBLICA
Sra. María Alejandra Araya
Jefa Unidad Hospitalización Domiciliaria
Hospital Carlos Cisterna
Calama
Calama, 08 de Julio de 2020
Estimada Sra. El motivo de la presente misiva, es hacer llegar a través de usted nuestros infinitos agradecimientos y admiración al equipo de Hospitalización Domiciliaria que usted lidera.
Como hija de Don José Manuel Carvajal San Martin, paciente perteneciente a la referida unidad, debo informar a usted como ha sido la experiencia y el proceso que hemos vivido como familia, y en lo personal mi Padre como usuario de esta nueva área.
Empiezo por comentarle que con fecha 16 de Marzo de 2020, mi padre fue hospitalizado para realizar la restitución de su tránsito intestinal, ya que portaba una colostomía por un incidente ocurrido en una cirugía de prostatectomia radical realizada con anterioridad.
Desafortunadamente, dicha cirugía se complicó debido a que en el mismo procedimiento el cirujano a cargo realizó la extirpación de una hernia abdominal, y la instalación de una malla que se infectó. Durante aproximadamente dos semanas, día por medio era llevado a
pabellón para aseos quirúrgicos, que lo único que lograron fue empeorar más su situación y deteriorarlo a tal punto de que tuvieron que extraer toda la piel y pared abdominal, ya que todo ese tejido estaba necrótico, y debieron instalar una bolsa bogota, la sepsis que sufría mi padre en ese minuto comprometió su sistema respiratorio gravemente, por lo que
tuvo que ser conectado a un ventilador mecánico por 20 días, en ese periodo sufrió graves descompensaciones que lo tuvieron al borde de la muerte.
Durante ese periodo debieron reconstruir nuevamente todo su tejido abdominal a través de VAC, afortunadamente el procedimiento fue exitoso, pero lo que seguía era igual de complejo y delicado que todo lo anterior, debían realizarle un injerto de piel, pero dada la hospitalización de larga data, todas las afecciones físicas que lo aquejaban, las secuelas del
ventilador no era posible realizarlo en ese minuto, además contrajo una pseudomona que se resistió a todos los tratamientos antibióticos que aplicaron, y eso sumado al incipiente aumento de los casos de Covid-19 hacían insostenible su estancia en el hospital.
Es por eso que con fecha 19 de Mayo es incorporado por el Doctor Jaime Hernández, al programa de hospitalización domiciliaria, fuimos visitados por la Asistente Social, Srta.
Daniela Araya, quien verificó de manera exhaustiva que cumpliésemos con todas las condiciones sanitarias para poder recibir a mi padre en casa, y nos orientó completamente en todos los pasos a seguir, desde el minuto 1 en que nos contactó su trato, gestión, evaluación y entrega de información fueron realizadas de manera muy completa y profesional, apoyándonos totalmente en el inicio de esta nueva etapa que para nosotros era totalmente desconocida, y por todas las experiencias vividas con anterioridad estábamos muy asustados de enfrentar. Así mismo, cuando se inició la cuarentena en nuestra Ciudad, recurrí a ella para que me pudiese apoyar con documentación que respaldara mi calidad de cuidador y tutor de un paciente con hospitalización domiciliaria,
para así poder tramitar los permisos respectivos de desplazamiento, está gestión fue realizada por ella de manera inmediata, y gracias a eso puedo seguir asistiendo a mi padre en sus cuidados, en cumplimiento total con la normativa legal, por lo que agradezco enormemente su apoyo, y gestión en todo lo mencionado.
La Doctora Silvia Pérez, ha sido el medico asignado quien nos ha visitado, y ha estado atenta a toda la evolución del área quirúrgica, supervisando permanentemente el progreso de la herida abdominal de mi padre, y reportando al Doctor Hernández, quien es el cirujano que se hizo cargo del caso, y nos ha apoyado en todo este difícil proceso, con todo el profesionalismo y humanidad que lo caracteriza. También la Doctora Pérez, se ha esforzado mucho en gestionar las medidas y cuidados necesarios para tratar de controlar o eliminar las secuelas físicas con las que quedó mi padre producto de la larga estadía hospitalaria, y principalmente los días que estuvo conectado a VM. Al llegar a nuestra casa, él se encontraba con una dificultad respiratoria considerable, con presencia de muchas
secreciones y tos, además de la dificultad para poder alimentarse, ya que no tolera alimentos sólidos, y en dos oportunidades se ha visto muy afectado por este tema, la última vez, estuvo una semana con vómitos permanentes, por su intolerancia alimentaria, agravando aún más el estado de desnutrición con que salió del hospital, la Doctora Pérez estuvo ahí, pendiente, administrando los tratamientos, controlando, haciendo lo
humanamente posible para mejorarlo, hasta que lo consiguió, y en todo momento está buscando las mejores alternativas para sobrellevar estas afecciones que son propias de su condición, pero que no dejan de afectar su calidad de vida, es por eso que agradecemos grandemente todos los esfuerzos y dedicación entregados.
Don Jorge Marín, Kinesiólogo, su amigo como lo llama mi padre, ha sido un pilar fundamental en su recuperación y rehabilitación, ya que aparte del problema respiratorio que presentaba, el cual ha mejorado considerablemente con los ejercicios y pautas entregadas por Jorge, ha presentado una evolución muy favorable respecto a su movilidad,
él es una persona discapacitada, tiene amputada su pierna izquierda sobre la rodilla, y como ya es sabido, la VM afecta de manera impensada la movilidad y musculatura de los pacientes ventilados, ese fue su caso, pero con los ejercicios, y tareas que Jorge le encomienda hacer, se ha visto fortalecido, pero por sobre todo, ha recuperado esas ganas de salir de la cama, de seguir luchando, y entender que todo lo vivido fue parte de una
prueba muy dura, pero que puede salir adelante, y que ahí tiene la mano amiga de Jorge para guiarlo, motivarlo y superarse en este largo camino que le queda por delante.
Evelyn Mamani y Alejandra Vega, han desarrollado el trabajo de curaciones avanzadas en la herida abdominal de mi padre, la cual se encontraba bordeando la ileostomía que debieron realizarse posterior al cierre de la colostomía, una escenario quirúrgico muy complejo, ya que era altamente probable que la herida estuviese en contacto con material fecal y se infectará, idea que de solo pensarlo nos aterraba, pero que ellas han sabido
controlar con total profesionalismo y dedicación, en ningún momento la herida se ha visto expuesta a estas condiciones por el arduo trabajo que han realizado, tanto en las curaciones, cuidado de la colostomía, y también en orientarnos como familia, y a mí personalmente como cuidadora, de las medidas de precaución, de cómo actuar en caso de cualquier inconveniente, y principalmente estando siempre atentas a cualquier situación, cumpliendo puntualmente con la programación y frecuencia de curaciones, gracias a todo ese tremendo esfuerzo, el día de hoy ya no se hace necesario un injerto de piel para esa herida, ya que con todas las técnicas, insumos y cuidados aplicados por ellas, la piel se ha regenerado prácticamente sola, quedando hoy, solo una pequeña parte que no representa ni siquiera el 10% de la gran herida que el tenia, y que debía ser injertada, y que significaba una nueva intervención, una más de todas las que se ha visto sometido en todo este tiempo, y que no solo lo han dañado tremendamente en su estado físico, sino que también han generado un profundo daño en su estado anímico y emocional, mi padre se siente
aterrado de los enfermeros, de los médicos, de los hospitales, ya no confiaba en nadie, pero con todo el amor, vocación y dedicación que ha puesto este tremendo equipo en su tratamiento, ha recuperado paulatinamente su salud, pero por sobre todo recuperó la confianza y la fe en los profesionales de la salud, el hospital está lleno de profesionales que cuentan con estudios, magister, y cuanta formación teórica podamos imaginar, pero son muy escasos aquellos que entregan lo mejor de sí mismos como personas para sanar a sus pacientes, pocas veces he visto personal médico con tanta vocación y sentido de servicio social, con tanta empatía con los pacientes que sufren, y usted cuenta con la dicha de tener en su equipo a estas personas, y liderar no solo un tremendo equipo de profesionales, sino
más bien, liderar a un grupo de seres humanos excepcionales.
Alejandra, Evelyn, ustedes no solo han sanado la herida física de mi padre, han sanado su corazón y esperanza que estaban tan dañados por todo lo que ha tenido que vivir en el último tiempo, agradecemos enormemente su vocación, profesionalismo, entrega y dedicación, seres como ustedes hacen de este mundo, un lugar un poco mejor para vivir, especialmente para los adultos mayores que necesitan medicina, pero más que nada necesitan gente buena y empática con sus dolores y sufrimiento, mil gracias.
Espero esta carta un poco extensa, pero cargada de muchos sentimientos de gratitud, sea un aliciente para que sigan por esta senda, y pueda seguir dirigiendo como hasta ahora este tremendo equipo.
Muchas Gracias,
JOSELYN GUERRERO PHILLIPS