Convivencia digital: Decálogo para que niños y jóvenes estén seguros en redes sociales

El uso de las distintas plataformas ha aumentado considerablemente en los últimos años. Utilizada por grandes y chicos, las redes sociales han permitido mantener contacto con amistades o compartir distintas situaciones de la vida de las personas, entre otros beneficios. Sin embargo, algunos jóvenes no ven con tan buenos ojos estos sitios, ya que lamentablemente hay quienes los utilizan para acosarlos o extorsionarlos. Para prevenir estos y otros riesgos, CSIRT entrega 10 consejos con buenas prácticas para convivir de forma más sana en el ciberespacio.
Sábado, 20 febrero 2021.-
Autor: Carolina Covarrubias
Si en el año 2014, 1.790 millones de personas en el mundo (24%) usaban redes sociales, hoy podemos ver cómo ese número ha crecido exponencialmente según el último informe digital elaborado por We Are Social con Hootsuite que reveló que 4.200 millones de personas utilizan estas plataformas, es decir, un 53,6% de la población mundial.
Y en Chile esta situación no es tan distinta. Hasta enero de 2020, un 79% de la población usaba redes sociales, ya sea niños desde los 8 años hasta adultos mayores. Y si bien tiene innegables bondades, también existen riesgos que muchas personas no ven y que afectan a los jóvenes y niños, debido, en ocasiones, a que se desconocen situaciones riesgosas, falta de acompañamiento por parte de un adulto responsable o temor a contar un hecho que pueda ser vergonzoso.
El “lado b” de las redes sociales
Si bien estos sitios se crearon en un inicio con la idea de conectar personas, también se han transformado en una pesadilla para algunos jóvenes y niños, quienes se han convertido en víctimas de delincuentes o de sus mismos pares. Esto, porque a través de estas plataformas existen riesgos como:
– Ciberbullying: Abuso, acoso o humillación constante entre escolares por medio de las redes sociales.
– Acceso a contenido inapropiado: Los sitios a veces muestran contenido que puede ser perturbador para los menores, como comentarios o imágenes maliciosos, agresivos, violentos o sexuales.
– Sexting: consiste en enviar fotos, mensajes o videos con contenido sexual explícito o sugerente.
– Sextorsión: consiste en un chantaje en el que se amenaza a la víctima con la difusión de imágenes, videos o mensajes de contenido sexual propios.
– Grooming: Acoso y abuso sexual online querealiza por lo general un adulto, ganándose la confianza del menor para cometer este tipo de actos.
– Pérdida de privacidad: El hecho de compartir datos personales, imágenes o videos puede llevar a que esa información sea utilizada con fines maliciosos. Una vez que se publica en redes sociales, se pierde el control.
Sin embargo, a pesar de estas amenazas, de acuerdo al Primer Barómetro del Bienestar Digital, a cargo de Movistar Chile y Fundación Nativo Digital, entregado en septiembre de 2020, y donde la muestra es de 1.046 casos, la generación Z (8 a 18 años) es la que ve con menos preocupación estos temas, siendo parte de la población más vulnerable. Algunos de los resultados de la encuesta sobre asociados a este grupo fueron:
– 23% declara haber sido víctima de acoso digital, aumentando a 28% entre jóvenes de 15 y 18 años. Dentro de las causas que lo asocian son racismo (73%); homofobia (63%) y falta de empatía (64%).
– 78% considera internet como un “lugar seguro”.
– 74% confía que sus datos se encuentran seguros en internet. Esta cifra aumenta a un 87% entre los menores de 8 y 14 años.
– 34% mantiene perfiles y cuentas públicas en sus redes sociales, aumentando a un 42% entre los adolescentes de 15 y 18 años.
– 33% ha tenido que cerrar sus cuentas por agresiones en internet.
Decálogo de convivencia digital
Con el objetivo de promover buenas prácticas y cuidar a nuestros jóvenes de estos peligros, es importante que los padres guíen a sus hijos en su vida digital. Por esto, CSIRT entrega los siguientes consejos:
1. Conversar con los hijos. Es importante hablar sobre sus gustos, los riesgos y cómo se deben cuidar, qué hacer si tienen un problema y entregarles la confianza para que puedan pedir ayuda.
2. Promover buenos hábitos. Conversa con los menores sobre cómo quieren ser tratados en redes sociales ymotívalo a compartir contenido y realizar comentarios positivos.
3. Ser cuidadosos con las publicaciones. Sin darse cuenta, pueden entregar información sensible como su ubicación, datos personales, nombres de los familiares, etc., lo que puede ser usado por ciberdelincuentes para crear estafas o por los pares para humillarlos.
4. Respeto. Antes de publicar, se debe pedir autorización a quien se pueda ver afectado, ya sea una imagen o comentario.
5. No aceptar a desconocidos. Aunque sea muy atractivo para los hijos tener muchos seguidores o amigos, no todos tienen buenas intenciones o no son quienes dicen ser. Por eso, enséñales los riesgos de tener a personas que no conocen como seguidores.
6. Redes sociales para cada edad. No todas las plataformas sirven para todas las edades. Los padres deben informarse para evitar que los menores accedan a contenido inapropiado o sean contactados por desconocidos.
7. Importancia de las contraseñas. Una contraseña segura también puede proteger la información de tus hijos. Por eso, ayúdalos a crear diferentes para cada red social y nunca con información personal. Además, recuérdales que nunca deben compartir sus contraseñas, ni siquiera con sus parejas o amigos.
8. Perfil privado. Configurar esta opción evita que desconocidos acceden a los contenidos de tus hijos y sepan qué están haciendo, o usen sus imágenes con fines maliciosos.
9. Pensar antes de publicar. Guía a los menores para que compartan contenido con precaución, sobre todo si es privado. Una vez que se suba la información, nunca se sabe dónde termina o quién la puede tener.
10. Denunciar. Las redes sociales tienen la opción de bloquear y denunciar a quienes publican comentarios o contenido molestos. Enséñale a tus hijos a utilizarlas para puedan disminuir situaciones de acoso. Además, es recomendable contar con respaldo de todas las agresiones que pueda sufrir el menor para poder denunciar a las entidades en caso que corresponda.
Ojo con el Sharenting
Si estamos educando a nuestros a nuestros niños, también tengamos precaución con la propia exposición que nosotros hacemos de ellos en Redes Sociales, ya que es muy usual que compartamos fotos de nuestros hijos, sobrinos, nietos de una manera inocente y no consideramos la privacidad o las posibles consecuencias futuras, ya que estamos dejando en el ciberespacio una huella de ellos.
Sharenting es el término en ingles que surge de la unión del verbo To Share (Compartir) y Parenting (crianza) y se usa para definir un nuevo fenómeno mediante mamás y papás publican muchos contenidos (fotos, audios, videos) de sus hijos en sus redes sociales sin ninguna consideración de seguridad y privacidad
Ciberbullying y centros educacionales
Una de las consecuencias que tiene el ciberbullying es el alcance que tiene, ya que si un joven sufre de bullying en el colegio, probablemente esta situación continúa en sus redes sociales. Por lo tanto, la víctima está siendo constantemente atacada, lo que sin duda debe llegar a su fin e informar en el centro educacional que corresponda.
Chile cuenta con la Ley 20.536 sobre Violencia Escolar y el 2011 se creó la figura del encargado de convivencia, el cual es el “responsable de la implementación de un Plan de Gestión de la Convivencia, con sus respectivos protocolos y medidas pedagógicas que determinen el Consejo Escolar o el Comité de Convivencia Escolar para enfrentar las situaciones de violencia”. Teniendo esto presente, es importante que los padres o adultos a cargo de los niños acudan a ellos ante una situación de acoso y/o ciberbullying para que se puedan tomar las medidas necesarias.
Si tu hijo(a) sufre de ciberbullying recomendamos:
1. Recolectar las pruebas que demuestren que el menor es víctima de acoso.
2. Acudir al encargado de convivencia escolar, informar de lo sucedido, entregar la información y pedir ayuda para evitar que continúen los ataques.
3. Entregar apoyo y contención a la víctima.
4. Se aconseja ir donde un especialista para que evalúe el estado psicológico del menor y entregarle las herramientas que le permitan superar este tipo de situaciones.