Sin categoría

Vizcarra, atrapado en un laberinto político; Merino, otro desconocido asume la presidencia en Perú

Son dos caras de la crisis política peruana. Vizcarra fue destituido por el Congreso y Merino asume este martes el mando del país. Aquí los perfiles de ambos.

Lima – Perú, 10 de noviembre de 2020.-

El presidente peruano, Martín Vizcarra, que hizo de la lucha contra la corrupción su principal bandera, navegando a contracorriente de la clase política, fue destituido el lunes por “incapacidad moral”; mientras el jefe del Congreso, Manuel Merino asume este martes el mando del país.

Invocando apego a la verdad y a la transparencia, Vizcarra confiaba en salir airoso del nuevo juicio político relámpago en el Congreso por supuesta «incapacidad moral», tras negar que hubiese recibido coimas por contratos de obras públicas en 2014, cuando era gobernador de la región sureña de Moquegua.

«No he cobrado soborno alguno», afirmó, al defenderse personalmente ante el plenario, sin recurrir a un abogado.

La tenacidad y honestidad que predicaba le ayudó a librarse del primer proceso de destitución, que lo tuvo contra las cuerdas el 18 de septiembre por aparentemente inducir a mentir a dos colaboradoras en investigaciones del Parlamento y la Fiscalía por unos cuestionados contratos con un cantante.

Aunque su imagen quedó mellada y su poder debilitado, sobrevivió para hacer frente a los problemas que marcan la agenda de Perú: pandemia, recesión económica, un brote de difteria y las elecciones de abril de 2021, en las que no puede ser candidato.

Sus adversarios en el Congreso alegan que habría recibido coimas cuando era gobernador, en un caso investigado por la Fiscalía desde 2018, pero que recién ahora ganó notoriedad hace unas semanas por unos reportajes de prensa.

Vizcarra negó esos pagos y atribuyó la moción en su contra a una maniobra para retrasar las elecciones generales de abril 2021, y prolongar el mandato del actual Congreso.

Sin partido político ni bancada en un Congreso controlado por una oposición populista, Vizcarra fracasó en tender puentes con el parlamento.

Sin embargo, la principal razón por la que no dio un paso al costado era por el respaldo de la gente: nueve de cada 10 peruanos preferían que completara su mandato y fuese investigado después por la Fiscalía, según un sondeo del Instituto de Estudios Peruanos.

En 32 meses de gestión, el mandatario de centroderecha tuvo niveles récord de aprobación por sus reformas para prevenir la corrupción en un país donde los cuatro anteriores presidentes quedaron bajo investigación por el escándalo de la constructora brasileña Odebrecht.

Su destitución fue calificada como un «golpe de Estado disfrazado» por el popular exalcalde y aspirante a la presidencia en 2021 George Forsyth, mientras que el arzobispo de Lima, Carlos Castillo, afirmó que al Congreso le faltó «sentido de la proporción», lo que es «algo muy grave.

«Lo que ha pasado en el Congreso es vergonzoso e indignante», dijo por su parte la excandidata presidencial izquierdista Verónika Mendoza.

«Firmes contra la corrupción»

«Seremos muy firmes en el combate contra la corrupción y contra todas aquellas acciones que estén reñidas por la ley», dijo Vizcarra ante el Congreso al asumir el mando el 23 de marzo de 2018.

Esas palabras serían una suerte de declaración de principios, convertidas en su sostén principal para elegir sus batallas apelando a los «indignados» de la calle.

De 57 años, este ingeniero provinciano sin lazos con la élite limeña asumió para gobernar hasta julio de 2021 de modo de completar el mandato de cinco años del renunciado Pedro Pablo Kuczynski, de quien era vicepresidente.

«Es mucho más cuidadoso en la administración de su imagen» y «mucho más ubicado políticamente», dijo a la AFP el analista Fernando Tuesta, al compararlo con Kuczynski. 

Quienes lo conocen resaltan la sencillez de Vizcarra y aseguran que es un meticuloso gestor, cuidadoso con el gasto público y un convencido de que el desarrollo empieza por la educación.

Casado con Maribel Díaz, una maestra de escuela, la pareja tiene cuatro hijos. En 2008 lideró en Moquegua una protesta durante 10 días contra la minera Southern, en demanda de una mejor distribución de los fondos sociales que genera la minería para esa región marcada por las desigualdades.

Aquello sacó del anonimato a este egresado de la Universidad Nacional de Ingeniería, en Lima, que se ganaba la vida con su empresa constructora.

Tres años después incursiona en política y es elegido gobernador de Moquegua (2011-2014). Uno de sus principales logros fue convertirla en una de las regiones con mayor inversión del PIB en educación.

En 2016, Kuczynski lo invitó a ser candidato a la primera vicepresidencia para atraer el voto del sur peruano.

Nació en Lima el 22 de marzo de 1963 luego de una emergencia médica de su madre, pero creció en Moquegua. Sus padres lo nombraron en honor al santo peruano Martín de Porres, a quien lo encomendaron cuando casi muere por una complicación pulmonar al poco tiempo de nacer.

Merino, una discreta carrera política

El jefe del Congreso peruano, Merino, asumirá este martes como nuevo presidente del país. Tras dos décadas de discreta carrera política, saltó al primer plano el 16 de marzo de este año cuando asumió la presidencia del Congreso el mismo día que Vizcarra declaró el estado de emergencia y confinamiento obligatorio por la pandemia del coronavirus. 

Desde la presidencia del fragmentado Congreso, donde ninguno de los nueve partidos representados tiene mayoría, forjó su liderazgo en alianza con las bancadas populistas de cara a hacer frente a las críticas del gobierno.

Así se cimentó el proceso que culminó el lunes con la destitución de Vizcarra, por 105 votos a favor, 19 en contra y cuatro abstenciones.

El jefe del Legislativo era primero en la línea de sucesión en Perú para sustituir a Vizcarra, quien fue acusado de haber recibido coimas por contratos de obras públicas en 2014, cuando era gobernador de la región sureña de Moquegua, imputaciones que niega.

Merino estaba en primer lugar porque el parlamento aceptó el 7 de mayo la renuncia de la vicepresidenta peruana Mercedes Aráoz, presentada el 1 de octubre de 2019 en medio de otra crisis política.

De este modo, Merino deberá completar el mandato de Vizcarra, que concluye el 28 de julio de 2021.

Su tarea asoma gigantesca: administrar la gestión de la pandemia del coronavirus, que ha devastado la salud y la economía de Perú, y llevar adelante las elecciones presidenciales y legislativas de abril de 2021.

Vizcarra había asumido el poder siendo casi un desconocido el 23 de marzo de 2018, tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, un exbanquero acorralado por el Congreso ante denuncias de corrupción. En ese momento Vizcarra era vicepresidente de Perú y ejercía como embajador en Canadá.

«Cacique provinciano»

Ingeniero agrónomo y ganadero de 59 años, Merino se hizo con un escaño con solo 5.271 votos en los comicios legislativos extraordinarios de enero.

Dicha elección fue convocada por Vizcarra tras disolver constitucionalmente el Congreso el 30 de septiembre de 2019.

Su elección como jefe del parlamento fue impulsada por la bancada de Acción Popular, el partido de centro-derecha al que pertenece desde hace 41 años y primera minoría en el cámara.

Fue escogido porque se trataba de uno de los más experimentados entre los nuevos legisladores, la mayoría debutantes en las ligas mayores de la política peruana.

Nacido el 20 de agosto de 1961 en la región norteña de Tumbes, fronteriza con Ecuador, Merino fue legislador entre 2001 y 2006, y luego de 2011 a 2016.

No menos importante resultó el apoyo que obtuvo de legisladores de provincia, un factor clave entre quienes critican el centralismo de la política nacional.

«Es un típico cacique provinciano, un político discreto que ha sido elegido tres veces representante de Tumbes», dice a la AFP el analista José Carlos Requena.

«No es un tipo que descolle, afiliado a un solo partido toda su vida, es percibido como un político tradicional, de vieja escuela», agrega.

Acción Popular es el partido que fundó el dos veces presidente peruano Fernando Belaunde (1963-1968 y 1980-1985).

También perteneció a esta formación Valentín Paniagua, el presidente que gobernó ocho meses entre noviembre de 2000 y julio de 2001, que fungía como jefe del Congreso a la caída de Alberto Fujimori, quien fue destituido por «incapacidad moral» tras enviar por fax su renuncia desde Tokio.

La cartografía del Congreso desata dudas sobre la solidez del nuevo gobierno. Cuatro partidos populistas rivales comparten el control en una compleja alianza.

Pero la oportunidad de hacer historia se le presentó finalmente este lunes a Merino, casado desde hace 35 años con la maestra de escuela Jacqueline Peña, con quien tiene tres hijas.

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba